China oficialmente está entrando en una nueva etapa de su desarrollo económico, con una desaceleración en el crecimiento. Nuestros expertos locales explican por qué resulta positivo que la segunda economía más grande del mundo se coja un respiro para enfocarse en una reforma estructural.
Al comienzo del congreso anual National People’s Congress el pasado 5 de marzo, el Primer Ministro de la República Popular China, Li Keqiang, anunció que se pronosticaba un aumento de 7% en el PIB este año. La economía china aumentó en un 7.4% en el 2014, el margen más bajo desde 1990, a pesar de estar solo 0.1% por debajo de la meta de crecimiento.
Según el Sr. Li, China ha entrado en una nueva fase de su desarrollo económico, lo cual denominó como lo “ahora normal”. Un crecimiento más lento será la norma, en comparación con el promedio de 10% en crecimiento del PIB que el país ha mantenido por más de dos décadas.
El Fondo Monetario Internacional parece compartir la visión, considerando que recientemente redujo la expectativa de crecimiento del PIB de China a un 6.8%. Una de las razones para la disminución en la expectativa de crecimiento es que China es una economía de US$10 trillones, y por lo tanto tiene una base más grande de donde crecer. Para ponerlo en perspectiva, un aumento de 7% en el PIB del país es equivalente al valor de la economía Suiza en su totalidad (clasificada la número 20 en la lista de las economías más grandes del mundo en 2013).
Perspectiva económica para el 2015
El gobierno chino planifica invertir 10.6% más en el 2015 de lo que invirtieron el año pasado, con cantidades adicionales yendo a la defensa nacional, proyectos de infraestructura y modernización agrícola. El desembolso suma US$2.7 trillones tras US$2.5 trillones en ingresos totales. Como resultado, se espera que el déficit de este año sea de 0.2% a 2.3% mayor o US$0.26tn. Este sería el déficit más grande de China desde el plan de estímulo masivo que se desarrolló en la época de la crisis financiera global.
El país también ha disminuido su expectativa de inflación a un 3% debido a la caída en los precios de materia prima. Se espera que la tasa de desempleo se mantenga en un 4.5% debido a que se añadirán 10 millones de nuevos empleos a la economía.
Aterrizaje suave o aterrizaje forzoso
La economía china se está tomando un respiro, y resulta ser algo bueno. El receso libera a este gigante de la presión de perseguir metas de crecimiento y le permite trabajar en su reforma estructural. Indiscutiblemente, un receso luego de un periodo de crecimiento acelerado resulta inevitable para cualquier economía en desarrollo.
Por 30 años China experimentó un desarrollo económico sin precedente histórico. Ahora solo una transformación económica podría asegurar un crecimiento sostenible y un ‘aterrizaje suave’ para la economía. Un ‘aterrizaje forzoso’ (menos de 5% de crecimiento) provocaría desempleo masivo e implicaciones sociales serias.
Se avecinan retos
En el mensaje a la nación del Primer Ministro chino, él señaló algunos retos que el país está enfrentando: el aumento en inversión se estancó, sobrecapacidad de las industrias, riesgo de devaluación y aumento de la deuda del gobierno local. Esto indica que China está en la encrucijada del desarrollo nacional. La inversión en infraestructura, una industria que ha contribuido a la transformación de la economía por las pasadas tres décadas, ya no es efectiva para generar crecimiento hoy día.
El crecimiento de China basado en la inversión no está ofreciendo mayores resultados. Se necesita re balancear los esfuerzos de economía basada en exportación e inversión con una basada en el consumo. La economía podría revivir al incentivarse el consumo doméstico y logrando aumentos en productividad para reemplazar la demanda externa.
El dividendo demográfico (ej. Mano de obra económica) que otorgó a China 30 años de crecimiento económico está disminuyendo también a causa de que la población está envejeciendo, la fuerza laboral disminuyendo y los salarios aumentando. China tiene que escalar en la cadena de valores enfatizando la innovación y la iniciativa empresarial. Además, debe estimular el crecimiento a través de los sectores de servicio, industrias que añadan valor y la manufactura de tecnología de alta calidad.
Crecimiento lento, pero robusto
El crecimiento de China está desacelerando, pero no es lento en relación a otras principales economías. Las exportaciones del país aumentaron más de un 48% y un superávit comercial de US $ 60.6 billones se registró en febrero, gracias a un fortalecimiento de la economía de Estados Unidos y la caída de los precios del petróleo. En el primer mes de 2015, la inversión extranjera directa (IED) en el país aumentó un 29,4% a US $ 13.92bn.
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