Las tres principales economías en Asia – China, Japón e India – también son los importadores más grandes de petróleo en el mundo, después de EE.UU. Nuestro director de APAC analiza el impacto de la caída del precio del petróleo en la región.
El rápido crecimiento económico ha convertido a Asia en una región ávida de energía. De hecho, el petróleo y los productos de combustible y lubricantes llegan a representar hasta un 18% de las importaciones en Asia. Con la reciente caída de los precios hasta su nivel más bajo desde 2009, las economías de Asia, que dependen del petróleo, han recibido un estímulo instantáneo que se espera dará un empuje a las economías de la región.
Al echar una mirada a los cuatro principales países importadores netos de petróleo en el mundo, tres de ellos son de la región de Asia Pacífico; China, Japón e India, como economías devoradoras de petróleo, se configuran como los reales ganadores del reciente desplome petrolero.
Cómo estimular a China hacia un mayor consumo
China es el mayor consumidor de petróleo del mundo, y el segundo importador neto; el impacto del tambaleante precio del petróleo es, entonces, enorme, sobre la economía del país. De hecho, los tambaleantes precios del petróleo se deben, en parte, a la desaceleración de la economía china. Las dos décadas pasadas han sido testigos de que la participación del país en el consumo global de petróleo ha aumentado, de 4% en 1993 (cuando se convirtió en importador neto), a 11% al final del año pasado.
En 2014, China llegó a importar 300 millones de toneladas de crudo, lo que equivale a 60% de su consumo total de petróleo. La caída en los precios del petróleo representa un beneficio definitivo para China, ya que cada descenso de 1 USD en el precio del petróleo contribuye a que el país ahorre USD 2.1 billones, al año. En la actualidad, el petróleo se está cotizando a menos de USD 59 por barril, en comparación con el precio promedio de USD 109, visto en los últimos cuatro años. La caída de USD 50 en el precio por barril de inmediato generaría un estímulo de USD 112 billones a la economía de china, equivalente a un 1.1% del PIB del país.
Aún cuando el sombrío panorama económico global afecta a la economía china, basada en las exportaciones, el desplome petrolero podría ayudar al país a controlar la inflación y aumentar el poder adquisitivo de los consumidores. Además, le brinda al país una magnífica oportunidad para girarse hacia un modelo de desarrollo basado en el consumo. El mes pasado, el gobierno chino otorgó a sus 40 millones de funcionarios públicos un aumento salarial de por lo menos 31%, en un esfuerzo por estimular el consumo doméstico.
La economía de China aún tiene un enorme potencial de crecimiento. El país podría beneficiarse del bajo precio del petróleo para transformar su economía, de una basada en las exportaciones a una basada en el consumo.
Cómo contrarrestar la depreciación del yen en Japón
El desplome del petróleo también es una bendición para Japón. Es el tercer importador neto de petróleo, del mundo y, el año pasado, su factura de importación de energía ascendió a USD 210 billones, o 5% de su PIB. Aun cuando el yen ha depreciado casi 14% en los seis meses pasados, el crudo todavía cuesta 30% menos para Japón, y ha contribuido a un ahorro de USD 37 billones, equivalente a 0.8% de su PIB.
El mes pasado, el gobierno japonés anunció que el país logró una disminución de 60% en su déficit de comercio, a partir del crecimiento en las exportaciones y de una baja significativa en las importaciones de petróleo y gas. Japón anteriormente contaba con superávits de comercio, situación que se reversó cuando empezó a importar casi todo su combustible en 2011. El país paga una enorme factura de energía desde que clausuró sus plantas nucleares tras el terremoto y la crisis nuclear en Fukushima.
Este año, la administración Abe proyecta que, por primera vez en ocho años, el PIB tocará la marca de los USD 4200 billones. Esto se debe a que el desplome del petróleo ha disminuido el alto precio que los hogares e industrias pagaban por gasolina y electricidad en Japón, luego del inicio de la depreciación del yen hace dos años. La economía se estimula al incrementar el ingreso disponible de los hogares y los márgenes de utilidades de las corporaciones, lo cual, a su vez, restablecerá la confianza de los consumidores e impulsa el consumo en el país, al tiempo que estimulará a las empresas a invertir más en la economía.
Se espera superávit por cuenta corriente en India, gracias a la caída en el precio del petróleo
Esta caída en el precio del petróleo es ciertamente una bendición para India, ya que la energía representó el 34% de sus importaciones totales en 2014. Se estima que cada descenso de USD 1 en el precio del crudo haría ahorrar al país una cifra masiva de USD 650 millones. Una caída de USD 10 en el precio del combustible significaría que el déficit por cuenta corriente y el déficit fiscal de India podrían reducirse en un 0.5% y 0.1% del PIB, respectivamente.
En 2015, se espera que la cuenta corriente de India registre un superávit de 0.3%, por primera vez en 10 años, gracias a la caída en los precios de la energía. La sustancial mejora en los libros del país dará espacio para que el Banco de la Reserva de India implemente una política más asertiva y orientada hacia el desarrollo.
El descenso en los precios de la energía también brinda al gobierno de India un momento perfecto para desarrollar reformas, necesarias ya hace tiempo, en cuanto al subsidio de combustibles. El primer ministro Modi aprovechó el precio barato del combustible para reducir el subsidio al diesel, que le cuesta a India 0.3% de su PIB, como esfuerzo para conducir al país hacia un sendero de desarrollo más sostenible.
Los ahorros obtenidos a partir de la reducción en el subsidio pueden canalizarse hacia la inversión centrada en el crecimiento, por ejemplo, el desarrollo de infraestructura, gasto en educación y erradicación de la pobreza. El decaimiento del precio del petróleo es exactamente lo que necesita el recientemente electo gobierno, para liberarse del subsidio masivo a los combustibles y revivir su estancada economía a través de una política económica progresiva.
¿Se extenderán a toda Asia los beneficios?
China, Japón e India son las principales economías así como los mercados más poblados en la región. Los beneficios que estos países están derivando del bajo precio del petróleo pueden crear un efecto indirecto en toda la región de Asia Pacífico. Se estima que la caída en los precios del combustible representará un impulso de 0.25% a 0.5% al PIB de toda la región en el 2015.