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Publicado
15 agosto 2022
Tiempo de lectura
4 minutos

Gestionar una empresa en Suecia: cómo mantener intacto el capital de su compañía

Suecia es un semillero de empresas emergentes de rápido crecimiento. Algunos consideran que el país escandinavo se ha convertido en el equivalente europeo de Silicon Valley. Así que no es de extrañar que, junto a la meca de la tecnología e innovación, la jurisdicción tenga la segunda mayor concentración de startups de mil millones de dólares per cápita del mundo. Una estadística impresionante si se tiene en cuenta que Suecia es un país de apenas diez millones de habitantes.

A pesar del gran atractivo comercial de establecer una empresa en Suecia y de la facilidad con la que se puede crear una entidad a nivel local, el país se sitúa como la decimotercera jurisdicción más compleja para hacer negocios, según el Índice Global de Complejidad Corporativa (GBCI) 2022 de TMF Group.

Esto se debe, en parte, a determinadas normas asociadas a la gestión de una empresa en Suecia, que a menudo pueden ser fuente de mucha confusión. Una de las normas más importantes es el cumplimiento del requisito de capital mínimo, dictado por la Ley de Sociedades Anónimas sueca (Aktiebolagslag (2005:551) o “ABL”).

La ABL ha definido con mayor detalle varios requisitos relacionados con los procedimientos que deben seguirse para restablecer el capital, y el plazo y las acciones pertinentes que debe llevar a cabo la junta directiva para determinar el futuro de la empresa. Estas normas pueden ser abrumadoras, por lo que hemos reunido algunas consideraciones que deberían ayudar a simplificar el proceso.

Cantidad mínima de capital

Según el capítulo 25 de la ABL, las empresas no pueden gastar más de la mitad de su capital social registrado al final del ejercicio. Esto significa que, si se ha depositado un capital social mínimo de SEK 25.000 en el momento de la constitución, los fondos propios de la compañía, o el valor de sus activos netos, deben ser de al menos SEK 12.500 al final del ejercicio.

La responsabilidad de la junta directiva: el monitoreo de la posición financiera

La junta directiva de la empresa tiene la responsabilidad de observar la situación financiera de la compañía durante todo el año. Si, en cualquier momento del año, la junta detecta que los fondos no cumplen el requisito anterior o tiene motivos para sospechar que la mitad del capital social se utilizará en el marco de las operaciones normales, la junta debe elaborar inmediatamente un balance especial (“kontrollbalansräkning”), tal como se define en la ley ABL 25:14.

Si el balance especial muestra que el patrimonio está intacto, la junta no tendrá la obligación de actuar. Sin embargo, si muestra que el capital se reduce, la junta deberá convocar una reunión general. En esa reunión, la junta deberá decidir si la empresa entra en liquidación. Por el contrario, la junta elaborará un plan para reestructurar la empresa y restablecer el déficit patrimonial durante un plazo máximo de ocho meses. Una vez transcurrido ese plazo, la junta debe ordenar a la empresa que presente un nuevo balance especial y convocar otra junta general. Si el nuevo capital social sigue sin recuperarse, la compañía debe iniciar el proceso de liquidación.

El restablecimiento del déficit patrimonial

Hay varias formas de restablecer un déficit de capital. Entre ellas están los aportes de los accionistas, la emisión de nuevas acciones o la reducción del capital social. La medida más popular es el aporte de capital de los accionistas, que puede dividirse a su vez en aporte condicional e incondicional. El aporte puede dividirse además, en principio, en aporte monetario o conversión de los pasivos interempresariales propiedad de los accionistas en capital.

Convertir los pasivos interempresariales en lugar de inyectar dinero en efectivo conlleva un factor de complicación adicional, relacionado con un comunicado que fue publicado en enero de 2022 por la agencia tributaria sueca. La agencia señaló que las entidades suecas debían revalorizar un saldo interempresarial antes de convertirlo en un aporte de los accionistas. Si el valor de mercado del saldo interempresarial es inferior al valor contable, lo más probable es que la diferencia sea imponible. En el pasado, la mayoría de nuestros clientes han manifestado su preferencia por la conversión en lugar del aporte monetario, pero esperamos que la situación cambie tras el comunicado.

Próximos pasos

Como se puede observar en las consideraciones anteriores, estas normas pueden ser difíciles de cumplir.

Si necesita apoyo o asistencia, los equipos de gestión global de entidades y de contabilidad e impuestos de TMF Suecia pueden proporcionarle orientación a lo largo de este proceso.

TMF Suecia cuenta con un sólido equipo de gestión internacional formado por especialistas en materia de contabilidad, asuntos legales, impuestos, nómina y recursos humanos. Establecida en 2006, nuestra oficina de Estocolmo presta servicios a clientes internacionales que desean establecer o ampliar sus operaciones comerciales en Suecia. Prestamos servicios a una cartera de clientes diversa en varias industrias, tales como el sector minorista, capital privado, inmobiliario, estructuras fiscales y arrendamiento de aeronaves.

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