Hacer negocios en Francia

Francia es la séptima economía más grande del mundo. Su entorno favorable a las empresas, su sofisticado mercado financiero y su fuerza laboral altamente calificada han convertido a este país en un lugar atractivo para hacer negocios.
Sin embargo, existen ciertos desafíos que las empresas extranjeras deben superar, como regulaciones estrictas y complejas y un enfoque centrado en mantener formas tradicionales de trabajo, como el uso generalizado del idioma francés.
Francia, oficialmente la República Francesa, es el país más grande de Europa occidental, con una superficie de 674.800 km². El país ocupa el séptimo lugar como la mayor economía del mundo en términos de PBI nominal y es un mercado altamente desarrollado con una notable participación estatal en sectores estratégicos. Está dividido en 13 regiones metropolitanas y su capital es París.
Francia es un país muy activo en el escenario internacional y fue miembro fundador de la Unión Europea (UE). También es miembro del G7, el G20, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Datos breves: Francia
- En 2024, Francia tenía un PBI de USD 3,17 billones [proyección del Banco Mundial].
- Moneda: Euro (Signo: €; Código: EUR).
- Idioma: Francés.
- INB per cápita: USD 46.500 en 2024 [proyección del Banco Mundial].
- Población: 66,6 millones [Worldometer, febrero de 2025].
- Capital: París.
- Sectores clave: aeroespacial, automotriz, lujo y moda, farmacéutico, alimentación, tecnologías de la información y las comunicaciones, logística, equipos médicos.
- Ciudades clave: París, Lyon, Niza, Marsella, Burdeos, Toulouse.
- Regiones clave: Isla de Francia, Auvernia-Ródano -Alpes, Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA).
Según el Índice de Complejidad Empresarial Global (GBCI) 2024 de TMF Group, Francia es uno de los lugares más complejos del mundo para hacer negocios. Las singulares medidas contables del país y los requisitos del idioma francés suelen sorprender a los inversores, lo que aumenta la complejidad de su entorno empresarial.
Por lo tanto, las empresas que operan en Francia deben analizar exhaustivamente el panorama económico del país y asegurarse de comprender las normas y regulaciones que han dado forma al mercado.
Ventajas de hacer negocios en Francia
Hacer negocios en Francia tiene muchas ventajas. El país cuenta con un entorno comercial estable, impulsado en gran medida por las regulaciones europeas y, por lo tanto, alberga a un gran número de empresas internacionales.
Como miembro de la UE y sede de la OCDE, Francia atrae a profesionales de toda Europa, lo que ofrece a las empresas acceso a un grupo de talentos muy diverso. También es posible compensar los costos de enviar empleados a trabajar a Francia mediante uno de los sistemas fiscales para expatriados más atractivos de Europa.
El gobierno francés ha asumido el compromiso de atraer inversiones extranjeras con incentivos políticos, marketing y promoción del comercio exterior. Francia cuenta con uno de los esquemas de crédito fiscal para investigación más generosos del mundo y ofrece una amplia gama de subsidios para el desarrollo con el fin de alentar la inversión en áreas subdesarrolladas.
A pesar de estas ventajas, existen una serie de complejidades que deben tenerse en cuenta a la hora de operar en el mercado francés, entre ellas, la necesidad de cumplir con regulaciones estrictas y exigentes, el acceso al crédito y la superación de la barrera lingüística, ya que en las transacciones comerciales se requiere el uso del idioma francés.
Recomendamos a las empresas que desean ingresar al mercado francés leer nuestro artículo sobre los principales desafíos de hacer negocios en Francia.
Diferencias culturales al hacer negocios en Francia
Desde hace tiempo, Francia recibe a las empresas internacionales que desean expandir sus negocios en el mercado francés. Sin embargo, adaptarse a los hábitos de trabajo franceses puede resultar difícil, y es esencial tener un conocimiento intercultural.
En la cultura francesa, se valora la cortesía, la puntualidad y la formalidad. Estas normas culturales son la base de las prácticas comerciales en Francia y es importante respetarlas. También se valora mucho el establecimiento de relaciones sólidas. Es fundamental tomarse el tiempo para asistir a eventos de la industria, organizar reuniones y cenas y cultivar buenas relaciones laborales con los clientes y socios locales.
En el ámbito empresarial prevalece el uso del francés, por lo que conocer algunos conceptos básicos le ayudará a comunicarse de forma más eficaz y fortalecer aún más las relaciones. Si desea tener éxito en el mercado francés, es recomendable realizar un curso o tomar clases con un profesor para mejorar sus conocimientos del idioma.
La falta de conocimiento de la cultura francesa puede generar malentendidos y poner en peligro las relaciones comerciales. Por lo tanto, es fundamental comprender plenamente el contexto cultural de las interacciones comerciales y evitar ser demasiado informal.
Cumplimiento normativo y entorno regulatorio en Francia
A la hora de ampliar las actividades comerciales al mercado francés, es esencial conocer plenamente la normativa del país y cumplirla.
En los últimos años, Francia ha experimentado un aumento de nuevas regulaciones, incluidas las normas sobre identificación del beneficiario final (UBO) y cambios impositivos, lo que ha incrementado los costos de cumplimiento para muchas empresas.
El cumplimiento de la Directiva sobre divulgación de información no financiera (NFRD) de la UE y las crecientes regulaciones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) han introducido desafíos adicionales en materia de presentación de información (se cubren aspectos diversos, como la discapacidad y las brechas de género, los residuos y otras preocupaciones ambientales). Si bien algunos de estos desafíos se ven compensados por los avances en la digitalización de la información, la implementación es lenta y requiere una adaptación previa.
Además, la profesión contable está muy regulada y los principios contables generalmente aceptados en Francia (PCGA) son de aplicación obligatoria. Estas normas deben respetarse, lo que puede resultar complicado para las organizaciones que no están familiarizadas con ellas.
Contratación y empleo en Francia
La legislación laboral francesa es particularmente compleja y ofrece un alto nivel de protección a los trabajadores. El Código Laboral francés regula cuestiones relacionadas con el empleo, como el horario de trabajo, las horas extraordinarias, las vacaciones pagas, las condiciones y los procedimientos de despido y los convenios colectivos. Más del 95 % de los trabajadores en Francia están cubiertos por convenios colectivos y, lo que es más importante, esto es así incluso cuando el empleador opera en un entorno sindicalizado.
Para ser contratados en Francia, los trabajadores de la UE, del Espacio Económico Europeo (EEE) y de Suiza deben tener un documento válido, como un pasaporte, que demuestre que son nacionales de estas jurisdicciones. Estos empleados no necesitan un permiso de trabajo o de residencia. Los nacionales de países fuera de estas áreas deben contar con un permiso de residencia y un permiso de trabajo válidos para vivir y trabajar en Francia.
En Francia, los contratos de trabajo individuales suelen tener una duración indefinida, mientras que los contratos por tiempo determinado solo se admiten en algunos casos. El contrato de trabajo debe redactarse en francés, pero los trabajadores cuya lengua materna sea otra pueden solicitar una traducción antes de firmarlo.
Según el Código Laboral francés, los empleados deben percibir su salario mensualmente. El salario de los trabajadores no debe ser inferior al salario mínimo legal y el Código también establece que se puede pactar un salario más favorable en virtud de un convenio colectivo aplicable. En noviembre de 2024, el salario mínimo francés aumentó un 2 % a EUR 11,88 por hora.
En Francia existe también un sistema de seguridad social obligatorio financiado por los trabajadores y los empleadores, que cubre la salud, la jubilación, las asignaciones familiares, las prestaciones de vivienda, los accidentes laborales y las enfermedades profesionales. Los empleadores realizan contribuciones a la seguridad social en función del tamaño, el tipo y la ubicación de la empresa; la contribución media asciende aproximadamente al 45 % del salario bruto del trabajador.
Entorno financiero y fiscal en Francia
Como ya se ha mencionado, el sistema contable francés se basa en los principios contables generalmente aceptados en Francia (PCGA). Dado que el país es miembro de la UE, la legislación francesa se ajusta al Reglamento n.º 1606/2002 de la Comisión Europea (CE), que exige la aplicación de las NIIF en la preparación de los estados financieros consolidados de las empresas que cotizan en bolsa.
Pantallazo impositivo*
- IVA: 20%
- Impuesto sobre la renta de sociedades: 25 %
- Retenciones: 25 %
* Se hace referencia a las tasas impositivas generales. Las tasas reales pueden variar.
El impuesto al valor agregado (IVA) grava el suministro de bienes y servicios en Francia, así como las importaciones. La tasa general es del 20 %. Se aplican las tasas reducidas del 5,5 % y del 10 % a los productos de primera necesidad, como los productos alimenticios, mientras que algunos periódicos y medicamentos reembolsados por el sistema de seguridad social gozan de una reducción adicional en la tasa del 2,1 %.
La tasa general del impuesto sobre la renta de las sociedades es del 25 %. Las empresas cuyos ingresos imponibles superen los EUR 763.000 están sujetas a un recargo adicional del 3,3 %. El proyecto de ley de finanzas de 2025 también introdujo un impuesto adicional excepcional para las empresas con ingresos de EUR 1.000 millones o más, que se aplicará durante dos ejercicios para los ejercicios fiscales finalizados a partir del 31 de diciembre de 2024.
Los dividendos que una sociedad francesa paga a un accionista no residente están sujetos a una retención impositiva del 25 % sobre el importe bruto, a menos que se pueda aplicar una tasa reducida en virtud de un tratado o de la directiva de la UE sobre sociedades matrices y filiales. La tasa se incrementa al 75 % cuando el beneficiario de los dividendos está establecido en una jurisdicción no cooperativa. Existe un convenio vigente entre Francia y el Reino Unido para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal y el fraude con respecto a los impuestos sobre la renta y el capital.
La Administración Tributaria francesa trabaja en la simplificación y mejora de los servicios digitalizados. La facturación electrónica, por ejemplo, puede suponer un reto al principio, pero a largo plazo simplificará los procesos contables y fiscales.
Constitución de una empresa en Francia
Tradicionalmente, las estructuras sociales francesas se dividen en dos categorías: sociedades de responsabilidad limitada y sociedades de responsabilidad ilimitada.
Sin embargo, existen muchos tipos sociales en Francia; los más utilizados son las sociedades por acciones simplificadas (Société par action simplifiée, SAS), las sociedades anónimas (Société Anonyme, SA) y las sociedades de inversión inmobiliaria (Société civile immobilière, SCI). Por lo tanto, es importante revisar la estrategia de su empresa para asegurarse de elegir el mejor tipo social para sus actividades comerciales en Francia.
Una vez que haya elegido el tipo social, deberá seguir una serie de pasos para establecer su empresa en Francia; el primero de ellos, verificar que el nombre elegido para su empresa esté disponible y registrarlo en la Oficina de Patentes y Marcas de Francia (INPI).
Conozca más información sobre cómo crear una empresa en nuestro artículo sobre cuestiones clave para constituir una empresa en Francia.
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