Hacer negocios en Japón

Japón es un centro líder en innovación, que ofrece un entorno empresarial y de vida sumamente atractivo dentro de una de las economías más grandes del mundo. Sin embargo, presenta algunos desafíos que se deben superar, como los requisitos del idioma local, un entorno regulatorio complejo y su particular cultura laboral.
Japón, o Nippon-koku en el idioma local, es un país insular densamente poblado del noreste de Asia. Es la cuarta economía más grande del mundo en términos de PBI nominal y el 12.º país más poblado.
La manufactura es un componente clave de la economía japonesa; los vehículos de motor y la electrónica conforman las principales industrias. El sector de servicios financieros también se ha convertido en un importante motor de crecimiento económico. Japón es miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Datos breves: Japón |
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Según el Índice de Complejidad Empresarial Global (GBCI) de TMF Group, Japón muestra una tendencia ascendente en lo que respecta a la complejidad de hacer negocios. Esto puede atribuirse en parte a los requisitos del idioma local y a un sistema bancario complicado. Es crucial que las empresas que se expanden a Japón estudien primero su panorama económico y las normas y regulaciones que rigen las actividades comerciales.
Ventajas de hacer negocios en Japón
Japón tiene un sistema político estable y un entorno empresarial próspero, que cuenta con sólidos derechos de propiedad intelectual y un sistema financiero confiable. Esto proporciona una base firme para las operaciones comerciales.
El país es un actor significativo en el mercado global de la informática y las telecomunicaciones y un referente en tecnología e innovación, especialmente en electrónica, robótica y manufactura. Las empresas también tienen acceso a una fuerza laboral altamente calificada y capacitada. Además, Japón lidera en tecnología verde y energía renovable y ocupa el primer puesto entre los países de Asia en el Índice de Crecimiento Verde.
El mercado japonés se caracteriza por consumidores con altos niveles de ingresos disponibles que buscan bienes y servicios de primera calidad. Muchas empresas se sienten atraídas por Japón debido a esta base de consumidores desarrollada y lo utilizan como lugar de prueba. La mitad (49 %) de las empresas afirma que el país es un destino atractivo como mercado de prueba, y el 41% considera que ofrece un buen entorno para la expansión empresarial.
Japón cuenta con una infraestructura moderna y desarrollada de carreteras, ferrocarriles, subterráneos, aeropuertos, puertos y almacenes que facilitan la distribución de todo tipo de bienes y servicios. Además es una puerta de entrada regional, que ofrece acceso al amplio mercado de Asia-Pacífico.
Consideraciones para invertir en Japón
Por las ventajas que ofrece, Japón se ha convertido en un destino cada vez más popular para los inversionistas extranjeros.
Una encuesta del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI) reveló que Japón goza de una excelente reputación entre las empresas tanto occidentales como asiáticas. Estas empresas se sienten atraídas por sus leyes bien desarrolladas, como aquellas referidas a derechos de propiedad intelectual, y por sus capacidades de I+D, que incluyen el Crédito Fiscal para I+D, un programa dinámico para apoyar la inversión en I+D en Japón.
El gobierno promueve activamente la inversión extranjera directa (IED). En 2024, designó cuatro áreas como zonas especiales para promover la nueva entrada y expansión de empresas financieras y de gestión de activos, tanto nacionales como extranjeras, y así atraer aún más inversión extranjera.
El gobierno pretende convertir estas zonas especiales en centros financieros con medidas de desregulación, como permitir que las empresas realicen trámites administrativos exclusivamente en inglés e introducir incentivos fiscales. Las cuatro áreas son Sapporo (Hokkaido), Tokio, Osaka y Fukuoka.
La inversión estadounidense es especialmente importante, y Estados Unidos representa la mayor proporción de IED en Japón.
Consejos para hacer negocios en Japón
La etiqueta empresarial y los factores culturales únicos de Japón pueden dificultar el ingreso al mercado.
La cortesía y la sensibilidad son fundamentales en la cultura empresarial japonesa: los japoneses tienden a ser más formales que sus contrapartes occidentales. Las interacciones comerciales están considerablemente influenciadas por la estructura social, lo que ha cultivado una forma muy específica de comportarse durante las reuniones y a lo largo de los acuerdos.
Es vital establecer una relación laboral de confianza, aunque ello puede resultar difícil, dado que la cantidad de personas que hablan inglés de manera fluida es relativamente baja y la gran mayoría de la documentación se produce en japonés.
Cultura laboral japonesa: qué hacer y qué no hacer
Qué hacer:
- Llegar temprano. En Japón, el horario se respeta estrictamente y llegar a cualquier reunión al menos 10 minutos antes es habitual y un signo de respeto
- Prepararse. Es una cortesía común llegar con documentos y tarjetas de presentación, y es habitual que todas las partes tomen notas diligentemente durante la reunión
- Respetar la etiqueta de las tarjetas de presentación. Al momento de entregar las tarjetas de presentación, se comienza por el ejecutivo sénior y se continúa hasta el más júnior; las tarjetas se entregan y se reciben con ambas manos y se hace una pequeña reverencia a modo de saludo o agradecimiento
Qué no hacer:
- Desafiar directamente a un ejecutivo sénior. Especialmente frente a otros: la importancia de la jerarquía en Japón es fundamental
- Rechazar una invitación a cenar o tomar algo. Socializar después del trabajo es crucial para construir relaciones comerciales de confianza en Japón
- Presumir o elogiarse a uno mismo. La modestia es una virtud fundamental en Japón: presumir o elogiar excesivamente a los propios colegas está mal visto
Reconocer el lenguaje corporal, el estilo de negociación y la ética japoneses es una ventaja al expandirse a este país. Por lo tanto, es recomendable trabajar con un socio que comprenda completamente el entorno local.
Otro aspecto al que se debe prestar particular atención es el sistema bancario japonés. Es probable que haya llevado mucho tiempo construir la relación particular que existe entre una empresa y su banco, lo que plantea desafíos para las nuevas empresas. Comúnmente, los bancos japoneses son accionistas de las empresas que realizan negocios bancarios con ellos; esto es un claro ejemplo de interconexión y de una relación que no es fácil de establecer.
Cumplimiento normativo y entorno regulatorio en Japón
Los marcos regulatorios de Japón suelen ser complejos, con leyes y requisitos de cumplimiento que varían según la industria, la región e incluso el tamaño de la empresa.
Como se destacó anteriormente, en un intento de atraer IED, el gobierno japonés ha introducido zonas especiales que reducirán parte de la carga para las empresas extranjeras mediante una serie de medidas de desregulación.
El gobierno también continúa fortaleciendo el marco legal para lograr una aplicación más eficaz de las medidas contra el lavado de dinero (AML). Esto incluye enmendar la Ley de Procedimientos Criminales para mejorar los requisitos de diligencia debida del cliente. La Agencia de Servicios Financieros de Japón (FSA), el principal ente regulador de servicios financieros del país, también ha hecho de las medidas AML una prioridad en su informe anual de políticas.
Las empresas que cumplen determinados criterios pueden aplicar voluntariamente las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) para los estados financieros consolidados. Además de las NIIF, en Japón las empresas que cotizan en bolsa pueden utilizar los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados en Japón (GAAP) emitidos por el Consejo de Normas Contables de Japón (ASBJ), las Normas Internacionales Modificadas de Japón (JMIS) o los GAAP de EE. UU. Para declaraciones fiscales, las empresas que no cotizan en bolsa generalmente siguen los GAAP japoneses en sus estados financieros.
Gestionar los requisitos legales y de cumplimiento en Japón requiere una planificación cuidadosa, un monitoreo meticuloso de los cambios regulatorios y experiencia local.
Consideraciones fiscales en Japón
La tasa estándar del impuesto sobre la renta de las sociedades en Japón es del 23,2% y se aplica a las sociedades ordinarias cuyo capital social exceda los JPY 100 millones.
Las pequeñas y medianas empresas, cuyo capital es de JPY 100 millones o menos, tributan a una tasa del 15 % cuando presentan ganancias imponibles de hasta JPY 8 millones y a una tasa del 23,2 % cuando sus ganancias imponibles superan este umbral.
Las empresas también deben pagar el impuesto a las sociedades local, el impuesto empresarial, el impuesto especial sobre negocios corporativos y el impuesto local de residentes, con tasas que varían según el tamaño y la ubicación de la empresa.
También existe una tasa impositiva sobre el consumo del 10 %, y los dividendos, intereses, regalías y honorarios por servicios técnicos están sujetos a una retención del 20 %.
La Agencia Tributaria Nacional de Japón comparte información con las naciones y regiones que han firmado tratados fiscales basados en el Estándar Común de Información (CRS). La información compartida incluye detalles de cuentas bancarias, intereses, dividendos y remuneraciones.
Contratación y gestión del talento en Japón
La Ley de Normas Laborales de Japón se aplica a todos los empleados en Japón y regula los términos y condiciones de los contratos laborales, como salarios, horas de trabajo, días festivos y feriados legales y vacaciones pagadas, sindicatos e indemnización por despido.
El salario mínimo lo determina cada prefectura y varía según la región. Tokio registra el salario mínimo más alto: JPY 1,163 por hora a octubre de 2024. Japón cuenta con un sistema de seguro social obligatorio que ofrece prestaciones de salud, jubilación, desempleo y accidentes laborales. Tanto los empleadores como los empleados realizan contribuciones obligatorias a los sistemas de seguridad social.
En cuanto al proceso de contratación, los contratos pueden ser de duración determinada o por tiempo indeterminado. Los contratos de duración determinada no pueden exceder los tres años. Las empresas que operan en Japón también deben tener en cuenta que los empleados pueden hacer que un empleador no proceda con una determinada acción solicitando a un sindicato que inicie un proceso de negociación colectiva.
El gobierno japonés tiene la política de atraer profesionales extranjeros calificados para mejorar la posición y la eficiencia del mercado laboral japonés. Los empleados extranjeros necesitan permisos de trabajo y visas válidas para vivir y trabajar en Japón. Los empleadores que contraten trabajadores extranjeros deben proporcionar los datos de dichos trabajadores al Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social tanto al momento de la contratación como al momento de finalizar la relación laboral.
Constitución de una empresa en Japón
Al momento de establecerse en Japón, los inversores extranjeros pueden elegir entre varios tipos de representación empresarial.
Estos tipos incluyen sociedades por acciones (kabushiki kaisha), que requieren al menos un accionista y un director (quienes pueden ser la misma persona) al momento de su constitución, y sociedades de responsabilidad limitada (godo kaisha), en las que la responsabilidad de los socios se limita a sus aportes de capital.
Para una decisión más informada respecto de qué tipo social es más conveniente, se puede consultar el artículo Cuáles son las opciones disponibles para constituir una sociedad en Japón.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son los principales desafíos de hacer negocios en Japón?
La alta competencia local o de terceros países, la cantidad de obstáculos regulatorios y los factores culturales únicos pueden dificultar la entrada a Japón. Por eso, contar con apoyo local puede ser una ventaja considerable al expandirse a este país.
Existen varios desafíos que se deben superar. Estos incluyen un número limitado de personas que hablan inglés de manera fluida, lo cual puede dificultar el establecimiento de relaciones comerciales, y un sistema bancario complejo. Es fundamental que las empresas conozcan los principales desafíos de hacer negocios en Japón para que puedan desarrollar estrategias apropiadas para superarlos.
¿Los ciudadanos extranjeros pueden iniciar un negocio en Japón?
Sí, el gobierno japonés fomenta activamente la inversión extranjera directa (IED) y también ha creado zonas especiales con diversas medidas de desregulación para atraer empresas extranjeras. Los extranjeros necesitarán una cuenta bancaria personal en Japón o un director que tenga una cuenta bancaria personal en Japón y una dirección para el registro.
Al momento de establecerse en Japón, los inversores extranjeros pueden elegir entre adistintos tipos de representación empresarial.
¿Los ciudadanos extranjeros necesitan contar con una visa para trabajar en Japón?
Sí. El gobierno busca atraer profesionales extranjeros calificados para contribuir a mejorar la eficiencia de la economía del país. Los empleados extranjeros necesitan permisos de trabajo y visas válidas para vivir y trabajar en Japón.
En primer lugar, un ciudadano extranjero debe solicitar y obtener un certificado de elegibilidad de la autoridad de inmigración japonesa, ya sea a través del empleador potencial o por sí mismo.
Luego, debe solicitar y obtener una visa en el consulado o la embajada de Japón en su país de residencia. Al llegar a Japón, después de haber obtenido la visa, el ciudadano extranjero debe presentar su certificado de elegibilidad y recibir un sello de permiso de desembarque en la visa, así como su tarjeta de residencia.
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