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Publicado
07 julio 2022
Tiempo de lectura
16 minutos

GBCI 2022: las jurisdicciones más complejas

El Índice Global de Complejidad Corporativa 2022 de TMF Group explora 292 indicadores diferentes relacionados con la complejidad corporativa, para ofrecer un análisis en profundidad de los desafíos globales y locales que afectan la facilidad para hacer negocios en todo el mundo.

En este artículo, analizamos las jurisdicciones que lideran el ranking de este año, y analizaremos las razones de su clasificación. Aunque la complejidad de los negocios es alta en estos lugares, a menudo las oportunidades aguardan a aquellos que pueden lidiar con ellas exitosamente.

Esperamos que el informe ayude a los inversores a elegir y gestionar sus destinos con mayor confianza. Nuestro mensaje no es que se evite invertir en jurisdicciones complejas, ya que éstas suelen estar entre las más atractivas para el talento y las oportunidades de los clientes. Más bien se trata de invertir con prudencia y estar preparados para cumplir con las normas que, de lo contrario, podrían poner en riesgo su licencia para operar.

1. Brasil

Brasil vuelve a encabezar el ranking como la jurisdicción más compleja tras ocupar el primer puesto en 2021. Los principales impulsores de la complejidad en Brasil son el volumen de cambios normativos cada año, así como los tres niveles de regímenes fiscales que hay que cumplir: federal, estatal y municipal.

El año pasado, la complejidad de Brasil fue impulsada por los cambios a corto plazo realizados en respuesta a la pandemia del covid-19. Esto incluyó incentivos gubernamentales temporales para ayudar a las empresas a reducir sus costos de nómina, y reducciones de impuestos para ayudar a las empresas a retener su fuerza laboral. Estos cambios adaptativos estuvieron acompañados de una pesada carga administrativa. En el GBCI de este año, el cese de estos incentivos viene acompañado de una carga administrativa similar mientras las empresas vuelven a la normalidad.

En el lado positivo, el covid-19 aceleró los ya altos niveles de digitalización de Brasil. Por ejemplo, antes de la pandemia, todos los servicios notariales requerían la presencia física y la firma presencial de los documentos. Esto ha sido sustituido por soluciones como el formato digital y las videollamadas, y estos cambios parecen destinados a permanecer.

Uno de los procesos más complejos en Brasil sigue siendo la constitución de nuevas empresas, que tarda 45 días, ya que las empresas deben lidiar con tres niveles de regulación. En el ámbito federal, las empresas deben crear una identificación fiscal y seleccionar su código fiscal en función del sector específico de su empresa. Las empresas pagan el IVA y el impuesto sobre servicios a nivel estatal, y el impuesto sobre la renta a nivel municipal. Los impuestos sobre la renta varían de una ciudad a otra. Aunque este largo proceso es ahora mayoritariamente digital, las empresas deben tener un representante residente local designado. Los accionistas extranjeros deben nombrar un representante legal residente y la entidad local debe tener un funcionario residente local.

Nuestros expertos en Brasil anticipan que el año próximo será “como de costumbre”. Prevén que no se produzcan reformas importantes antes de las elecciones presidenciales de octubre de 2022. A partir de 2023, es probable que la reforma y la simplificación fiscal se conviertan en un debate activo en la agenda política.

Si bien la normativa en Brasil es compleja, la jurisdicción presenta oportunidades, con un gran mercado de consumo de 213 millones de habitantes. Los activos bajo administración en Brasil se encuentran en un máximo histórico, con un crecimiento en los sectores de energía, infraestructura y servicios.

La dinámica de hacer negocios en Brasil implica que hay que vigilar activamente las actualizaciones normativas. Brasil es una de las jurisdicciones con mayor número de cambios legales o tributarios cada año.

Rodrigo Zambon Director Subregional | TMF Brasil

2. Francia

Francia sigue ocupando el segundo lugar en nuestro ranking de 2022. Históricamente centrado en los empleados, el enfoque del gobierno francés durante el covid-19 enfatizó ese enfoque con planes económicos para ayudar a absorber parte del impacto de la pandemia, apoyando a las empresas y, a su vez, a su personal. Aunque este apoyo era atractivo para las empresas, beneficiarse de los planes añadía complejidad administrativa. Además, Francia sigue siendo un país especialmente complicado para las empresas debido a la cantidad de leyes laborales que protegen al empleado.

La contabilidad y los impuestos pueden ser especialmente complejos en Francia debido a los requisitos lingüísticos locales y al número de impuestos e informes fiscales que hay que presentar. Estos factores suponen un reto para las empresas extranjeras, que deben adaptarse a la forma de trabajar local.

Francia está considerada como una jurisdicción líder en materia de legislación ESG, especialmente medioambiental y social, y fue una de las primeras en adoptar las normas de la UE, desarrollando la normativa ESG antes que la UE. Algunos ejemplos son la legislación sobre igualdad de género y las normas para el empleo de personas con discapacidad, que se aplican a empresas de tan solo 20 empleados.

Aunque Francia se posiciona como una jurisdicción compleja, el actual gobierno francés está orientado a las empresas e intenta hacer de la jurisdicción un destino más atractivo. Por lo tanto, la complejidad aquí radica en las barreras tradicionales y estructurales.

Hay muchos impuestos diferentes y para todo. Puedes tener impuestos sobre las joyas, puedes tener impuestos sobre la publicidad, puedes tener impuestos sobre el agua. Tienes impuestos sobre muchas cosas, dependiendo de tu actividad. Una filial básica tendrá que pagar y completar documentos para unas diez cosas diferentes, incluso para una pequeña empresa. Esto sorprende a los inversores extranjeros porque no están acostumbrados a tener que preparar tantos impuestos diferentes.

Experto de TMF Francia

3. Perú

La complejidad aumentó significativamente en Perú desde 2021, pasando de la 24.° a la 3.° posición en la clasificación. Esto se debe a los disturbios políticos de los últimos seis años, en los que la corrupción ha dado lugar a gobiernos interinos. La toma de posesión del nuevo presidente Pedro Castillo está contribuyendo a la incertidumbre debido a la percepción de falta de experiencia política.

El proceso de constitución es otro factor clave de complejidad para las empresas extranjeras y locales. Se tarda unos 20 días, y la necesidad de firmas en persona y reuniones con los escribanos contribuyen a este largo periodo.

Otro factor de complejidad son los requisitos de información fiscal mensual introducidos en 2021. Esto requiere que cualquier empresa con cuentas mensuales de 10.000 soles (€ 2.540) o más presente informes fiscales, con el fin de reducir la evasión de impuestos. Si bien esto puede ser engorroso para las empresas, parece apoyar el impulso de la transparencia.

Perú sigue siendo una jurisdicción muy atractiva gracias a sus ricos recursos naturales, como el zinc, el cobre, el hierro y el plomo. Con el fin de proteger estos recursos e impulsar la sostenibilidad, Perú cuenta con leyes y reglamentos relacionados con el tratamiento de la tierra. Por ejemplo, la jurisdicción obliga a realizar consultas públicas que pueden durar hasta un año para estudiar el impacto medioambiental de las empresas que pretenden beneficiarse de los recursos naturales. Aunque esto aumenta la complejidad, potencia las credenciales medioambientales de la jurisdicción, haciéndola más atractiva para las organizaciones y los individuos interesados en la sostenibilidad.

Creo que una de las grandes cuestiones que hay que cambiar para que Perú sea una jurisdicción más sencilla para las empresas es la introducción de la firma electrónica. En la actualidad, es necesario firmar en persona y acudir a las escribanías. Esto puede ralentizar las cosas y hacerlas más complejas.

Geraldo Arosemena Gerente General | TMF Perú

4. México

A diferencia de muchas otras jurisdicciones, México no implementó ningún incentivo durante la pandemia para aliviar la presión financiera sobre las empresas. Esto se debió en parte a la lentitud del parlamento, pero también a las inminentes elecciones políticas de 2022.

Constituir una empresa sigue siendo uno de los aspectos más complejos de hacer negocios en México. Todas las empresas deben tener una identificación fiscal para poder existir legalmente, pero ésta sólo puede obtenerse mediante una cita en persona, con el fin de recopilar datos biométricos. A lo largo de la pandemia, las autoridades fiscales redujeron su capacidad operativa a alrededor del 40 %, lo que añadió importantes retrasos a los tiempos de constitución. La apertura de una cuenta bancaria también es un proceso largo, que suele durar de dos a tres meses.

Operar en México es complejo pero, en general, relativamente predecible. Sin embargo, recientemente se aprobó una ley que obliga a todas las empresas a pagar a los empleados permanentes el 10 % de los beneficios generados cada año fiscal. Las nuevas empresas pueden establecerse teniendo esto en cuenta, pero este cambio creó complejidad para las empresas existentes que tuvieron que gestionarlo y adaptarse a él. También provocó que muchas compañías que contrataban personal tercerizado pasaran a contratar personal fijo. Algunas empresas que prestan servicios de subcontratación están sujetas a mayores requisitos de información.

A partir del 1 de enero de 2022, entró en vigor una nueva ley que obliga a las empresas a proporcionar información sobre UBO a las autoridades fiscales. Los requisitos exactos de la nueva ley no están claros, y las nuevas obligaciones extienden el proceso de constitución a un plazo de tres semanas.

Otra reforma reciente se refiere a la presentación de informes de nómina. Las autoridades fiscales deben sellar todos los documentos, y la nueva legislación que está entrando en vigor exige que el código postal de los empleados figure en el sellado. Esto creará una carga administrativa grande e idiosincrásica. Sin embargo, existe la esperanza de que México sea una jurisdicción más simple a medida que vaya superando la pandemia.

Creo que lo único que va a aliviar la complejidad es que la pandemia se está acabando. Esperamos que las restricciones de la autoridad fiscal se suavicen. Con la mejora de ese aspecto, todos los procesos para establecer un negocio en México pueden volverse más simples, un poco menos complicados.

Monica Vera Managing Director | TMF México

5. Colombia

Colombia ha experimentado muchos cambios legislativos en los últimos diez años. Los impuestos son muy complejos, ya que hay que presentarlos a nivel nacional, regional y local. La presencia de más de 1.200 municipios es uno de los principales factores de complejidad para las empresas de la jurisdicción.

Durante los años electorales, el país se paraliza, con aprensión hasta que se aclare el resultado de las elecciones, lo que se ha agravado en las dos últimas elecciones en las que surgió un candidato viable de centroizquierda.

Colombia se ha convertido en un país que ha adoptado recientemente la legislación en materia de ESG. Una nueva ley de diciembre de 2021 tiene como objetivo crear y preservar los bosques y otras áreas naturales en todo el país, y el gobierno ha establecido una agenda en línea con el Acuerdo de París para ser neutral en carbono para 2050. El gobierno también sancionó un nuevo tipo de ley laboral, por el que las empresas pueden recibir incentivos por contratar a jóvenes y/o mujeres.

Este es un año muy importante para Colombia: aunque las elecciones están creando cierta incertidumbre sobre las futuras políticas del gobierno hacia las empresas y las inversiones, el país ha manejado positivamente la pandemia y, tras recuperar totalmente las pérdidas de 2020, se espera que crezca más del 5 % en 2022 según la OCDE.

osé Meléndez Head de mercado, Contabilidad e Impuestos | TMF North Latam

6. Grecia

Grecia sigue siendo un lugar complejo para hacer negocios. Como en años anteriores, un factor clave de la complejidad son los constantes cambios en la legislación, con 150 a 200 nuevas leyes sancionadas y 1.500 a 2.000 nuevas decisiones que se toman cada año.

Aunque el clima legislativo cambiante no es nuevo, la jurisdicción se ha vuelto más compleja en el último año, subiendo en la clasificación desde el puesto 13 en 2021. Esto ha sido impulsado por un nuevo sistema digital lanzado durante la pandemia. Sin este sistema, no habría habido otra forma de que las empresas se constituyeran y operaran debido a la anterior dependencia del contacto cara a cara entre las organizaciones y los organismos gubernamentales.

La introducción de procesos digitales suele simplificar la constitución y las operaciones a largo plazo. Sin embargo, puede crear un periodo inicial de mayor complejidad. Esperamos que hacer negocios en Grecia sea más sencillo en los próximos años gracias a esta medida, pero de momento ha ocasionado situaciones problemáticas. Por ejemplo, el gobierno ha creado una plantilla para la constitución de empresas en línea. Sin embargo, sólo es relevante para alrededor del 10 % de las empresas. Para las empresas que no pueden beneficiarse de la plantilla, sigue siendo necesario acudir a un escribano.

La digitalización de la contabilidad y los impuestos también ha sido problemática. El portal gubernamental MyData permite a las entidades cargar registros fiscales (ventas) en tiempo real, incluyendo la declaración de gastos y activos. A largo plazo, esto pretende reducir la complejidad al ofrecer a las autoridades una visión más completa y actual. Sin embargo, los ingresos y gastos de 2021 tienen que ser retroactivos. El gobierno griego ha pospuesto el plazo de presentación de los documentos relacionados con los ingresos retroactivos, debido a la complejidad de este proceso. MyData también requiere una inversión: un mínimo de 20.000 euros para las empresas medianas y grandes.

A pesar del aumento de la complejidad en la jurisdicción, Grecia sigue siendo atractiva y se espera que en los próximos años coseche los beneficios de su enfoque en la digitalización.

urante los años de pandemia, no había otro camino porque, en la práctica, no teníamos procesos gubernamentales electrónicos. En seis meses, el gobierno trató de implementar ciertas cuestiones, pero resultó ser burocracia electrónica. Así que pasamos de tener la típica burocracia a tener la burocracia digital.

Yannis Goussiakis Gerente General | TMF Grecia

7. Turquía

Turquía cambia las normas con regularidad y sigue esforzándose por digitalizar los servicios públicos. Los retos residen en el poco tiempo que se da para adaptarse a los cambios y en la falta de un esfuerzo de colaboración entre administraciones, lo que dificulta su cumplimiento. Los cambios normativos se introducen con un mínimo de información y orientación. Aunque es difícil adaptar estos cambios en los plazos requeridos, estos cambios pretenden convertir a Turquía en un actor importante en la economía mundial.

Las dificultades económicas también han causado problemas a Turquía en el último año. La lira turca se ha depreciado frente a las monedas extranjeras y el país ha experimentado una hiperinflación. El índice de precios al consumidor (IPC) anual de Turquía en 2021 fue del 40 %, con el índice de producción en torno al 86 %. En el primer trimestre de 2022 los índices de producción alcanzaron el 100 %, lo que significa que habrá un impacto significativo en el precio de los bienes de consumo en los meses siguientes. Esta incertidumbre y flujo pueden generar complejidad para las empresas extranjeras.

A pesar de los retos, Turquía será un mercado accesible para los inversores extranjeros y, por tanto, se considera atractivo. Sin embargo, la propensión de los consumidores a disminuir puede desalentar la inversión extranjera.

En un entorno en el que ofrecemos servicios a empresas multinacionales y los responsables de la toma de decisiones están fuera de Turquía, hay que poner en conocimiento a todas las partes relevantes de los frecuentes cambios en la normativa y pedirles que actúen con rapidez para adaptarse a los cambios necesarios como autoridad firmante. Esa es la principal dificultad para todos los agentes del mercado.

Emir Sagkan Managing Director | TMF Turquía

8. Italia

Italia aumentó su complejidad en los últimos años, pasando de la 15.° posición en 2021 a la octava en el GBCI de este año.

Este aumento de la complejidad se debe en parte a que Italia fue uno de los primeros países de Europa en introducir la facturación electrónica en 2020. Las facturas internacionales se añadirán a los actuales requisitos de las transacciones digitales entre empresas a partir de julio de 2022. Aunque los pasos necesarios para la transición a la facturación electrónica son difíciles y requieren mucho tiempo, a largo plazo debería simplificar mucho las operaciones al reducir la introducción manual de documentación contable. En el futuro, las facturas electrónicas podrían convertirse en la base de las declaraciones del IVA.

A pesar del cambio a las facturas digitales, el proceso de activación de una entidad en Italia sigue siendo muy manual y suele tardar entre 30 y 90 días. Durante la fase de constitución de las nuevas empresas italianas es necesaria la intervención de un escribano, lo que exige la presencia de apoderados de la empresa. Además, los documentos de constitución deben ser certificados en el extranjero en persona y no se aceptan las firmas electrónicas. Un gran retraso causado por el covid-19 aumentó los plazos debido a las restricciones de acceso en las oficinas públicas de la agencia tributaria y del registro mercantil.

Una vez constituida la empresa, surgen complicaciones adicionales debido a las normas sobre las resoluciones que deben aprobar los consejos de administración y los accionistas, que normalmente sólo se celebran dos veces al año.

El proceso de apertura de una cuenta bancaria en Italia también es complejo. Italia se ha alineado con las leyes contra el blanqueo de capitales (AML) de la directiva de la UE, pero los reguladores italianos están aplicando restricciones adicionales para identificar a los UBO. Esto conlleva requisitos de documentación adicionales, algunos de los cuales deben realizarse en persona.

Además de la armonización de la legislación comunitaria en materia de lucha contra el blanqueo de capitales y de los registros de UBO, Italia sigue normas contables comunes. Al igual que Luxemburgo, la norma contable italiana es la GAAP local, pero ésta se ha ido alineando gradualmente con los principios de las NIIF.

Italia tiene un mercado laboral muy regulado que puede causar complicaciones a las empresas debido a su falta de flexibilidad. Cualquier acuerdo de resolución o rescisión con los empleados debe llevarse a cabo ante la oficina de trabajo o los sindicatos. Además, la normativa laboral cambia con frecuencia junto con los gobiernos, aunque el primer ministro Draghi parece que va a liderar un (raro) periodo de gobierno estable.

9. Bolivia

Los requisitos locales son una razón clave para la posición de Bolivia entre las 10 primeros ubicaciones en el ranking, como la necesidad de un representante legal de nacionalidad boliviana o residente local, o que los trabajadores extranjeros no deben superar el 15 % del total de empleados de una empresa. Además, el sistema de contabilidad tiene que estar disponible en español y en la moneda local, gestionado por un contador certificado dentro del territorio boliviano. Estos factores aumentan la complejidad para las empresas extranjeras que están acostumbradas a un enfoque más globalizado.

La obligación de presentar documentos físicos (en papel) también complica los procesos. Las empresas tienen la obligación legal de mantener registros de actividad en papel durante tres a ocho años, dependiendo de la entidad gubernamental que las supervise. Esto abarca desde su constitución y las actas de las reuniones hasta los registros contables. A pesar de este enfoque “anticuado”, la jurisdicción se está digitalizando gradualmente, y las declaraciones de impuestos de gestión, fondos de pensiones y salarios se realizan ahora a través de portales web.

Bolivia es progresista en lo que respecta a la legislación sobre sostenibilidad. Por ejemplo, al inicio de la actividad comercial toda empresa debe obtener una licencia ambiental para poder operar y mantenerse vigente, con compromisos en función de su línea de actividad. Esto resulta atractivo para las empresas y los inversores que buscan operar de forma más sostenible. Sin embargo, el incumplimiento de esta licencia puede ser objeto de multas.

Aunque las empresas pueden lidiar con la complejidad en Bolivia, sigue siendo una jurisdicción atractiva gracias a su riqueza en recursos naturales. Con un compromiso con las prácticas sostenibles, existe la esperanza de que este atractivo continúe y la complejidad se reduzca.

La declaración digital a través de portales web de los impuestos de gestión, las declaraciones ante las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y las listas de salarios para el Ministerio de Trabajo sí ayudan a simplificar las cosas para las empresas en Bolivia.

Luis González Country Leader | TMF Bolivia

10. Polonia

A lo largo del año pasado, el gobierno polaco introdujo múltiples leyes que se aprobaron en poco tiempo y tuvieron poca orientación pública. El principal cambio fue la introducción del Polish Deal, que fue importante porque reformó el sistema fiscal. No sólo cambió las leyes fiscales que afectan a las empresas, los empleadores y los empleados, sino también la forma de calcular los salarios. La falta de orientación por parte de las autoridades ha provocado problemas en el cálculo de los salarios para las empresas.

Las leyes laborales en Polonia ya eran complejas y la aplicación del pacto polaco en enero de 2022 provocó la dimisión de varios funcionarios del gobierno y dos enmiendas a esta nueva ley, y otras más que llegarán este año.

Antes de la invasión rusa a Ucrania, Polonia presenciaba una vacilación de la actividad empresarial extranjera. Por ejemplo, el gobierno y el sistema judicial polacos pusieron en tela de juicio algunos principios de la legislación de la UE, lo que provocó que algunas financiaciones quedaran en suspenso. Aunque Polonia quiere y necesita la inversión extranjera, el gobierno polaco ha dado prioridad a la inversión estatal.

El gobierno polaco necesita la inversión extranjera, pero quiere asegurarse de que la posición dominante siga siendo del estado. Ya tenemos el holding inmobiliario polaco. Hay planes para crear otros grupos apoyados por el Estado para controlar los activos y lograr una mayor independencia de las empresas extranjeras, como los holdings hoteleros o un grupo nacional de productores de alimentos polacos, que pueden dificultar la actividad de otros en el mercado polaco. Sin embargo, la situación geopolítica en la región de Europa Central y Europa del Este ha cambiado drásticamente y podría dar lugar a que los polacos refuercen sus vínculos con las economías de Europa Occidental y Estados Unidos.

Joanna Romanczuk Head del mercado CEE | TMF Polonia

El Índice Global de Complejidad Corporativa

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