Las empresas tienen varias opciones en lo que respecta a la tercerización de nómina, en las que la gestión diaria se entrega a proveedores de servicios externos en mayor o menor medida. El uso de cada uno de estos modelos tiene ventajas e inconvenientes, y la decisión final depende del tipo de soporte que necesite la compañía.
Los principales enfoques son:
Procesamiento: una solución híbrida, también conocida como modelo “bureau”, en la que algunas de las funciones se subcontratan a un proveedor de nómina. Estas funciones pueden incluir el cálculo del bruto al neto y la elaboración de los resultados de la nómina, como informes, recibos de sueldo y archivos bancarios.
Híbrido interno/tercerizado: para superar el desafío de utilizar el enfoque totalmente interno, algunas empresas emplean especialistas en nómina en los mercados más grandes y tercerizan la gestión de la nómina para cubrir los mercados más pequeños a nivel regional o local. Esto proporciona una forma flexible y relativamente rentable de acceder a la experiencia y los conocimientos locales en en los mercados más pequeños.
Servicio gestionado – proveedor tercerizado (aggregator): este modelo resuelve parcialmente el problema de la gestión de los proveedores externos al entregar la responsabilidad global de la nómina a un contratista principal, que gestiona a los proveedores externos en los mercados más pequeños en los que no tiene cobertura. Una vez más, esto puede dar lugar a una escasa visibilidad y a una responsabilidad difusa, con proveedores que pueden no hacerse cargo cuando surgen problemas.
Servicio gestionado – socio: en este modelo, recomendado por TMF Group, un único proveedor de tercerización de nómina asume toda la responsabilidad de la gestión de nómina a nivel mundial en todos los países en los que opera la empresa. Esto permite que la organización tenga un único punto de contacto al que acudir cuando haya que hacer cambios o resolver problemas, y las responsabilidades de cada parte están muy claras.