Haciendo negocios en los Países Bajos

Los Países Bajos funcionan como una puerta de entrada estratégica a Europa, reconocidos por su infraestructura eficiente, su amplia red de acuerdos fiscales internacionales y la facilidad para constituir empresas. Sin embargo, los inversores extranjeros deben estar preparados para cumplir con estrictas normativas laborales, requisitos en materia de sustancia económica y regulaciones específicas por sector.
Como monarquía constitucional con un gobierno estable, los Países Bajos cuentan con una economía altamente desarrollada. Su ubicación privilegiada en Europa Occidental, junto con una infraestructura de primer nivel, lo convierte en un punto de entrada atractivo para las empresas que buscan acceder a la Unión Europea (UE).
La economía neerlandesa se basa en las exportaciones, impulsada por el comercio global, la logística, la agricultura y un entorno empresarial altamente digitalizado. El inglés se habla comúnmente, y el país cuenta con una fuerza laboral talentosa y multilingüe, lo que representa una ventaja significativa para los inversores internacionales.
Ventajas de hacer negocios en los Países Bajos
Los Países Bajos suelen figurar entre las naciones líderes en facilidad para hacer negocios. Las empresas se benefician de un marco legal confiable, servicios gubernamentales eficientes y sólidas protecciones de la propiedad intelectual. El país es reconocido por su entorno fiscal atractivo, su amplia red de tratados de doble imposición y el acceso a los mercados de la Unión Europea.
Constituir una empresa es rápido y sencillo: el proceso de constitución suele requerir solo unos pocos días. Con el puerto más grande de Europa en Róterdam y uno de los aeropuertos más transitados del continente en Schiphol, los Países Bajos se destacan como centro logístico. Su clima empresarial favorable se ve reforzado por sistemas bancarios modernos, gran acceso a internet y una fuerza laboral talentosa.
Desafíos al hacer negocios en los Países Bajos
Aunque los Países Bajos ofrecen numerosos beneficios, hacer negocios en el país implica enfrentar complejidades administrativas y legales. Los estrictos requisitos de sustancia económica exigen que los inversores extranjeros demuestren una presencia real en el territorio, especialmente por motivos fiscales. El entorno regulatorio está altamente desarrollado y se actualiza con frecuencia, por lo que contar con experiencia local es esencial.
El idioma rara vez representa una barrera; sin embargo, las comunicaciones oficiales y los documentos legales se emiten en neerlandés, lo que puede aumentar la dependencia de asesores locales. El mercado laboral también está altamente regulado, y las empresas deben cumplir con exigentes obligaciones de cumplimiento en cuanto a contratos, beneficios y condiciones laborales.
Cumplimiento legal y el entorno normativo en los Países Bajos
Los Países Bajos cuentan con un marco regulatorio transparente pero detallado. Las empresas deben registrarse en la Cámara de Comercio neerlandesa (KvK) y obtener un número de identificación empresarial. Según su estructura, también deben inscribirse ante las autoridades fiscales y, cuando corresponda, obtener licencias específicas del sector o permisos regulatorios.
Las entidades neerlandesas deben mantener registros financieros precisos y presentar estados financieros anuales. Los requisitos de gobernanza corporativa varían según el tipo y tamaño de la entidad. El país cumple con estándares internacionales como FATCA y CRS, y exige la divulgación de los Beneficiarios Finales (UBO).
El cumplimiento digital está altamente desarrollado: las declaraciones fiscales, la nómina y varios trámites regulatorios se gestionan en línea. El gobierno continúa impulsando la transformación digital para mejorar la eficiencia administrativa.
Contratación y empleo en los Países Bajos
Los Países Bajos mantienen un mercado laboral rigurosamente regulado. Los empleadores están obligados a proporcionar contratos laborales por escrito que especifiquen detalles como la remuneración, los plazos de preaviso, la jornada laboral y los beneficios. En ciertos sectores, también pueden aplicarse convenios colectivos.
La semana laboral estándar es de 40 horas, y la legislación laboral regula aspectos como la terminación del contrato, el período de prueba, el pago de vacaciones y las licencias por enfermedad. Los empleadores deben realizar aportes a diversos sistemas de seguros sociales, incluidos pensiones, atención médica y seguro de desempleo.
La contratación de ciudadanos no pertenecientes a la UE requiere un permiso de trabajo y residencia, que generalmente es gestionado por el empleador. Además, deben cumplirse normativas sobre igualdad de oportunidades, privacidad y seguridad en el lugar de trabajo. El registro y la declaración de nómina deben completarse localmente antes de que los empleados puedan comenzar a trabajar.
El entorno financiero y fiscal en los Países Bajos
El impuesto corporativo en los Países Bajos es del 19 % para los primeros 200.000 euros de ingresos imponibles y del 25,8 % para los importes que superan ese umbral. El país cuenta con una amplia red de tratados fiscales que permiten reducir o eliminar las retenciones sobre dividendos, intereses y regalías.
El IVA se aplica con una tasa estándar del 21 %, aunque existen tipos reducidos para determinados productos y servicios. Las empresas deben presentar declaraciones periódicas de IVA y mantener registros precisos que respalden las deducciones y exenciones. Las normas sobre precios de transferencia y documentación son exhaustivas y se ajustan a los estándares de la OCDE.
Se aplican medidas fiscales basadas en sustancia, especialmente en el caso de empresas holding y financieras. Las obligaciones de información y cumplimiento pueden variar según el tipo de entidad, sus operaciones y el tamaño de su fuerza laboral.
Comenzar un negocio en los Países Bajos
Las estructuras jurídicas más comunes incluyen la sociedad de responsabilidad limitada (BV), la sociedad anónima (NV) y la sucursal. La BV suele ser la opción preferida por los inversores internacionales debido a su marco flexible y al requisito mínimo de capital, que es de tan solo 0,01 EUR.
Constituir una empresa en los Países Bajos suele tardar entre tres y cinco días laborables y debe gestionarse a través de un notario especializado en derecho civil. Los pasos clave incluyen la redacción de los estatutos sociales, el registro en la Cámara de Comercio, la obtención de un número de registro empresarial y la apertura de una cuenta bancaria neerlandesa.
Las empresas internacionales también deben considerar si cumplen con los “requisitos de sustancia” para beneficiarse de los tratados de doble imposición. Tras la constitución, los pasos adicionales incluyen el registro de IVA y nómina, la presentación de la declaración de Beneficiarios Finales (UBO) y, cuando corresponda, la obtención de licencias sectoriales específicas.
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